La naturaleza es compleja. Es como un dominó, define la veterinaria Elena Correa, que trabaja en la reserva de Horco Molle: la caída de una ficha tiene -y es inexorable- el efecto de alterar el todo. Si cambia algo, cambia el conjunto. El ser humano, que es especialista en modificar su entorno, esta vez sin quererlo se vio obligado a cambiar de improviso. La pandemia de covid-19 dejó encerrada en su casa a la criatura que, a lo largo de su existencia, se había dedicado a conquistar cada rincón del planeta. Y en Tucumán, al igual que en el resto de la Argentina, se cumplen 100 días de la cuarentena social preventiva que recluyó a los ciudadanos. ¿Qué impacto tuvo?

Los que cumplieron el aislamiento, los que se desempeñaron en actividades exceptuadas, los que violaron el decreto presidencial, todos cambiaron de alguna manera su relación con el medioambiente. Según se desprende de lo que transmitieron los especialistas consultados por LA GACETA, no todo resultó para bien, ni para mal. ¿Lo positivo? Como cada crisis, la pandemia genera una oportunidad: la de mejorar el vínculo del humano con la naturaleza.


CORZUELA. Fue “cazada” con una cámara que se activa con sensores. (Foto: J. B. de Horco Molle).

Corzuelas y tucanes

“Hallazgos” en la fauna tucumana

Las imágenes de los delfines en los canales de Venecia recorrieron el mundo. Tucumán no llegó a tal extremo. Pero sí hubo una suerte de “ola de hallazgos” en nuestra fauna. Muchos de ellos fueron planificados. El director de la reserva de Horco Molle, Juan Pablo Juliá, relató a LA GACETA que en puntos estratégicos del Jardín Botánico colocaron dispositivos para detectar y registrar el tránsito de animales. Así, apareció “una familia de corzuelas, la pareja con las crías”, escena poco usual en época de visitas. “Ha pasado poco tiempo como para hablar de una recuperación en la fauna, pero esto nos da una idea de cuánto significa nuestra presencia”, dijo el doctor en Biología. Gracias al “Proyecto Tucán” y otras actividades se registraron más “visitas” de estas aves en las yungas. El listado de especies divisadas en este tiempo incluye hurones, zorros, ocelotes y osos meleros. Siempre estuvieron, pero ahora se los ve con más frecuencia.


Polución industrial

Actividades productivas, en marcha

Que los centros urbanos sean menos contaminantes por las medidas de aislamiento no significa que el aire que respiramos sea 100% puro. “El sector industrial, la actividad sucroalcoholera y la zafra están siguiendo su cauce normal”, aseveró el secretario de Medio Ambiente de la Provincia, Alfredo Montalván. A partir de esto, explicó el ingeniero, la repartición cuenta con 10 camionetas que recorren campos y cauces hídricos para controlar el impacto ambiental en las cadenas de producción. Para tratar de revertir el índice de polución, Medio Ambiente y la Secretaría de Comunicación Pública están llevando a cabo una campaña sobre contaminación y coronavirus. La idea es concientizar sobre el impacto de la quema de cañaverales y pastizales. “Una cama que no sea ocupada por un paciente con un cuadro respiratorio, será una cama que se podrá utilizar en caso de covid-19. Cuidar el aire aliviará nuestro sistema de salud”, indicó Montalván.


OCELOTE. Fue rescatado gracias a un trabajo colectivo. (Foto: Sec. Desarrollo Productivo).

Rescates solidarios

Lo público y lo privado, en equipo

Liliana Fortini, directora de Flora y Fauna de la Provincia, señaló que en este período de cuarentena se llevaron a cabo varios rescates de animales gracias a las denuncias de ciudadanos y a las acciones de organismos civiles, además de la tarea de los agentes de las distintas reparticiones afectadas al reino animal en Tucumán. “Se ha ido armando una red con distintas instituciones. Así, por ejemplo, se logró liberar un oso melero. También lechuzas, y un ocelote que estaba cautivo”, destacó la ingeniera. Recordó además el episodio de los cóndores intoxicados en los valles, que fueron recuperados y devueltos a su ecosistema. ¿La sociedad tucumana se involucra con el medioambiente?, se le preguntó. “Nos vamos preocupando un poquito más. Nos falta bastante, pero estos tiempos de pandemia han marcado un punto de inflexión. A partir de esto, mucha gente pudo redescubrir la naturaleza, darle otro significado”, explicó.


Pocos, pero dañinos

Las aves, víctimas de los hondazos

En paralelo al incremento en el avistamiento de aves, se registraron casos que irritan a quienes dedican su vida a la protección del medio ambiente. “Lamentablemente, tuvimos episodios de aves hondeadas. Registramos la muerte de dos tucanes y de un lechuzón orejudo. Ahora también estoy atendiendo una luchuza. Probablemente sea fruto del exceso de tiempo libre, de no tener qué hacer, y que lleva a algunos a creer que pueden divertirse lastimando animales”, explicó el doctor Juliá. Aclaró que, si bien ocurren este tipo de hechos desagradables, existe una impresión compartida entre sus colegas en cuanto a que la sociedad en general tiene más conciencia en cuanto a la protección de la naturaleza con respecto a una década atrás. De hecho, como la Reserva no está abierta al público, el Jardín Botánico apostó por la solidaridad de los internautas para sostener la atención de los animales (link: airfunding.net/project/103615).

CÓNDOR. Ejemplares fueron recuperados de una intoxicación y luego liberados. (Foto: Sec. Desarrollo Productivo).


En la Capa de ozono

Menos motores, aire más limpio

La comisión de Medio Ambiente de la Legislatura, a cargo del peronista Gerónimo Vargas Aignasse, redactó un informe preliminar sobre la situación del ecosistema local en el primer semestre de 2020, período signado por el coronavirus y la cuarentena. “Los promedios de las tres semanas previas y posteriores obtenidos de las observaciones diarias hechas por el satélite Sentinel-5p muestran que el dióxido de nitrógeno presente en la atmósfera de los centros urbanos más importantes del país se ha reducido significativamente tras la definición del aislamiento obligatorio”, señala el estudio, que incluye a Tucumán en el listado. Una de las conclusiones es que, a partir de la disminución del tránsito, la calidad del aire ha mejorado. “Hay que analizar qué ocurre a medida que volvamos a las distintas actividades”, reza el informe. Y aconseja el uso de la bicicleta y otros cambios de hábito para que no volvamos a la situación anterior.


¿El tiempo acompaña?

El clima seco complica el panorama

Las lluvias de la última semana sirvieron para limpiar un poco el cielo. Sin embargo, el alivio sólo dura un instante. En poco tiempo, los residuos fabriles vuelven a asentarse sobre la cabeza de los tucumanos. “Toda la zona de San Miguel de Tucumán está en un ‘cajón’, encerrada por las sierras. Al mismo tiempo, la gran actividad (industrial y productiva) que se realiza en esta época del año nos lleva a que algunos meses sean críticos”, indicó Montalván con respecto a lo que se espera para el corto plazo. Así, en la medida en que predomine un clima seco y frío, las posibilidades de que se extiendan las quemas de pastizales y de cañaverales son mayores. “En julio y agosto la polución es muy alta”, explicó el secretario de Medio Ambiente de la Provincia. Agregó que, en paralelo a las tareas de concientización, se insta a la ciudadanía a denunciar en caso de detectar esas prácticas. Para ello, se puede llamar gratis al teléfono de Defensa Civil: 103.